Consejos para hacer masajes a una mujer

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Sin embargo, los expertos en sexología no dejan de alarmarse por el hecho de que haya una parte de la pareja que la mayor parte de las veces se quede a mitad de camino en lo que clímax se refiere. Ahora parece que han redescubierto una alternativa que hasta ahora nos pasabamos por alto. Mientras que para gran parte de los varones siguen con tapujos en cuanto a la idea de recibir un masaje de próstata por tener que introducirles un trocito de dedo —lengua o lo que bien acuerden receptor y parte ejecutante—, ellas no dudan en probar, aunque no sea del todo como podrían imaginarse. Fue en su 30 cumpleaños cuando decidí que el compromiso iba para adelante y que valía la pena intentarlo. En su opinión, los datos hablan por sí mismos sobre los desmesurados porcentajes de mujeres que aseguran sentir molestias cuando practican cualquier tipo de sexo. Probablemente me duché diez veces antes de que tuviésemos sexo anal por primera vez.

La quinta base

Usar tus dedos para dar placer denial es solo una buena forma de aprender sobre el cuerpo de tu pareja y descubrir que les gusta, puede ser el evento principal en sí. Primero, empecemos explicando la divergencia entre la vagina y la vulva. Pídele que se masturbe en fachada tuyo para que puedas ver que le gusta. Si es muy tímida para demostrarte, es tiempo de actuar una pequeña investigación por tu cuenta. Ponla caliente Ir directo al clítoris o a la apertura vaginal jamás es una buena idea… el juego previo es necesario también. Hay diferentes tipos de lubricantes, de agua y silicona. Puedes comenzar masajeando sus muslos internos y la zona alrededor de la apertura vaginal para alargar el juego previo.

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El sexo vaginal es divertido, pero cuando se trata de juego anal, un poco de preparación puede ayudar a mejorar la experiencia para ambos en la pareja. Si eres la galán receptora Estar relajado y excitado es clave, especialmente si esta es tu primera incursión en este juego venéreo. Mira porno, escucha una historia erótica o simplemente cierra los ojos y fantasea. Toma un baño caliente. Aprovecha la hora del baño para darle un buen masaje a tus zonas erógenas y acaricia tu ano entretanto te lavas. Practica con un atasco anal.