Pedro: Lea el segundo capítulo del libro ‘Este el cordero de Dios’
Ver noticias guardadas En Isaac Bashevis Singer recibía el Premio Nobel por su vasta obra literaria retratando un mundo en descomposición, el de las tradiciones, costumbres y creencias de los judíos extendidos por la Europa central. Singer nos ofrece con este relato una formidable historia, trepidante, conducida a toda velocidad, pero también un gran libro sobre el exilio, el desarraigo y el dolor de los que quedaron atrapados en Polonia y la incertidumbre sobre el destino que les aguarda. Lejos de ser el anhelado El Dorado, Nueva York suscita la angustia y el desarraigo de los exiliados polacos. Algunos dejaron a familiares en los guetos nazis; pese a ello, todos tratan de vivir una vida libre y próspera, desprendidos de su pasado, pero siguiendo en los periódicos el avance de Hitler y Stalin y sus atrocidades. Portada de 'El seductor'.
Asilo y acogida: sistemas estancos
Su madre biológica vivía en Calamar, un pueblo del Guaviare, y tuvo una relación corta con un soldado, quien desapareció cuando la dejó embarazada. Un par de meses después Gloria Stella llegó a Villavicencio y comenzó una relación con un hombre llamado Édgar. Dejó a su hijo al cuidado de su nueva pareja y, semejante y como el soldado, desapareció. Édgar, a su vez, tampoco tuvo madriguera en dejar a la criatura al cuidado de su sexagenaria madre. Durante su infancia, Pedro se sentiría un hijo de nadie. El niño alone recibió el apellido de Édgar. Pedro llegó a pensar que eso hubiera sido lo mejor. Hasta se inventaron y le hicieron creer que siendo bebé lo habían bañado en aguamala.
Pescadito Rosalía
Alone lo consiguieron. Tetiana Tuzhykova es una de ellas. Tras salir del Donetsk en y recorrer varias ciudades del país, y ahorrar durante años para el viaje, llegó a Murcia en mayo de ese año.