Caricias con las manos
Algunas de estas practicas no se deben realizar en soledad. Mañana: descubre tus objetos de deseo. A veces los caminos por los que discurre el placer resultan inexplicables. Asfixia autoerótica. La asfixia también provoca falta de oxigeno en el cerebro lo que mejora la afluencia de sangre a los genitales magnificando las sensaciones sexuales, asociada a la sensación de poder que puede producir el control de la propia muerte. La persona tiene una sensación de poder o control al llegar hasta el límite y después soltar el dispositivo. Algunos ejemplos de automasoquismo son tumbarse sobre una cama de clavos, flagelarse, quemarse, danzar sobre ascuas. Los que practican estas acciones para aliviar el estrés o para una gratificación sexual subliminal se denominan automutiladores.
6 Juegos preliminares que ambientarán una noche inolvidable
Silvia de Béjar responde las 69 preguntas que todo hombre debería haberse acción alguna vez sobre cómo es y se vive el sexo desde el lado femenino. Un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales. Déme una razón para querer ser ella. Se supone que las mujeres sienten achares del pene. Yo no, pero sé de unas cuantas mujeres que lo son.
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Conocer cómo utilizar las manos durante el sexo nos permite llevar la creatividad sexual hacia otro nivel. Y esto cuenta tanto para los hombres como para las mujeres: a todos nos encanta que nos toquen, que nos acaricien, que nos masajeen… En otras palabras, tus dedos son capaces de desempeñar una estimulación sexual incomparable. A continuación te contamos 6 trucos para hacer que tu pareja se derrita solo con el tacto de tus manos: 1- Dibuja todo su cuerpo Imagina que eres un artista que dibuja cada borde y cada arruga de su cuerpo con tus dedos. Tampoco se trata de hacerle cosquillas: tus dedos deben mantener el ósculo con su piel, pero muy levemente. Deja sus pezones y su clítoris -o su pene, en el albur de los hombres- para el último, e incluso entonces, aproxímate muy pausadamente. Bordea su clítoris, no lo toques directamente durante un tiempo. Por antonomasia, cuando los hombres se masturban suelen hacerlo con un tacto bastante duro: si intentan imitarlo con una madama, ejercen demasiada presión y pueden provocar dolor.