La infidelidad puede ser positiva para algunas parejas dice un estudio

Las referencias a la infidelidad aparecen tempranamente desde la literatura del siglo XIII, usualmente en personajes masculinos que temían que sus hijos hayan sido engendrados por otros hombres durante un acto de infidelidad. Las mujeres también comparten esta fantasía, pero menos que los hombres. Los resultados sugieren que hay similitudes en la manera en que los hombres homosexuales y heterosexuales ven la infidelidad, pero también hay diferencias claras.

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Fault embargo, en la actualidad existe un nuevo fetichismo que busca este tipo de engaño, ya sea real o imaginario, con el objetivo de conseguir placer y aumentar la llama de la pasión en la pareja. Se trata del cuckolding. Esta peculiar modalidad fetichista consiste en que una madama tenga relaciones con otro hombre y luego cuente a su pareja lo que ha experimentado en este encuentro o bien, este ejerza de mirón durante la relación sexual. Curiosamente, a partir de esto, la pasión en la relación de pareja renace de nuevo. En muchas ocasiones, son ellos los que incentivan a sus parejas a realizar este tipo de práctica, donde ellas los «engañan» con otro hombre para obtener mayor excitación venéreo. Ahora bien, no hay que confundir el término cuckolding con el de voyerismo. De hecho ha sido llamado fetichismo intelectual. Una persona que practica cuckolding se excita sexualmente por la fantasía o realidad donde su galán, a la que considera atractiva, mantiene relaciones sexuales con otra persona, generalmente con alguien parecido a su adjust ego. El medio deja saber que: de acuerdo al doctor Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo, el cuckolding es una variable de las parejas abiertas y consiste en tener relaciones cheat terceros y contar la experiencia, a veces con detalles.

¿Infidelidad o acuerdo mutuo?

Al fin y al cabo, si aun ' The Independent ' le dedica un artículo al tema, es que el río agua lleva. Late being of empire: Cuckolding is rapidly budding as the alt-sex fetish of abundance for American intellectuals. Aquí recogemos una serie de hipótesis que han intentado explicar por qué a tantos hombres les gusta mirar a sus parejas haciendo el amor con otro. Una nueva forma de humillación Si anatomía un cornudo es una forma de sadomasoquismo, debemos entender que el placer se obtiene de ser humillado. Para estos hombres, garantizar a su esposa la libertad de expresar con otros varones su sexualidad es una bebedero de excitación Hay quien incluso considera que esta atracción puede estar originada en el miedo de los hombres a que sus mujeres les engañen, y que puede llegar a anatomía una manera de prepararse psicológicamente para dicha situación, como ocurre con el columnista Don Savage. Sin embargo, como afirma el mismo reportaje, el acción de que estos aficionados no suelan sentir atracción por otras formas de sadomasoquismo sugiere que esta interpretación puede estar desencaminada. La relación cornuda sería, en este sentido, una doble desafuero. Por una parte, la de la mujer que rompe su voto de fidelidad , pero también la del hombre, que le ha animado a hacerlo.

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