Soltero a los 30: ¿por qué te cuesta tanto encontrar pareja?
Escrito por Dexeus Mujer 12 Jul, Sexualidad y pareja Por eso comparar no sirve de mucho, ya que la valoración debe hacerla uno mismo. Al menos eso dicen los resultados de las encuestas que recoge el Statistic Brain Research Instituteque, por cierto, también indican que una mujer tiene, de promedio, cuatro parejas sexuales a lo largo de su vida, mientras que un hombre siete. Pero es un mito que las mujeres tengamos menos deseo. Lo que ocurre es que, tradicionalmente, se ha silenciado ese impulso por una cuestión de roles sociales, y también porque nuestros intereses y preferencias en relación a la actividad sexual son diferentes. En este post te ofrecemos algunos consejos para conseguirlo:.
Entrevista Silvia Congost
Bebedero de la imagen, Karen Charmaine Chanakira. Sangita Myska , periodista de la BBC, ha entrevistado a muchas de ellas. Este es el caso de una mujer en Reino Unido que descubrió por casualidad, después de 20 años de matrimonio, que su esposo tenía una vida secreta. Siempre pensé que tenía un matrimonio muy corriente.
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Ya sea porque de repente te has separado de tu pareja y te enfrentas a noches de soledad o bien porque nunca has tenido mucha suerte en esto del amor, acontecer mucho tiempo sin sexo conduce a cambios físicos y psíquicos que los médicos asocian con aumentos de los niveles de estrés o problemas en el corazón. Esto es con lo que tuvo que lidiar Christine Brooks, quien ha escrito un artículo en ' The Huffington Post' en el que narra cómo cambió su biografía después de cinco años sin actuar el amor. Dejé de pensar en mi aspecto y en la abstinencia. Dejé de centrarme en buscar mi otra mitad y puse todos mis esfuerzos en mí. A pesar de todo, para ella el sexo jamás fue algo imprescindible. Brooks se separó a los 44 años y se hizo evidente que necesitaba reinventarse, reconocerse y recordar quién era y qué había sido mucho antes de convertirse en divorciada. El autocuidado había sido reemplazado por la falta de autoestima, y sabía que necesitaba tiempo para recuperarme. Poco a poco, comencé a escribir. Dejé de afeitarme las piernas y de contar calorías.