Qué decir y cómo para poner muy caliente a tu pareja durante el sexo
Pero podemos aprender mucho de las conversaciones en las que no coincidimos en nuestros puntos de vista, siempre que seamos capaces de escuchar y hablar de manera racional. Por desgracia, la mayoría o bien no nos atrevemos a mostrar nuestro desacuerdo o bien perdemos los papeles cuando las cosas no van como nos gusta. Si te sientes irritado, recuerda que lo que te enoja es la idea o concepto que defiende tu padre o amigo, tutor, compañero, etc. Evita despreciar las ideas y creencias de la otra persona. Utiliza frases en primera persona yo para comunicar cómo te sientes, lo que piensas y lo que quieres o necesitas. Por ejemplo, decirle a tu madre o a tu padre Siempre me recuerdas mis tareas los miércoles cuando sabes que tengo un montón de deberes suena muy diferente que decir me siento muy agobiado, porque hoy tengo muchos deberes.
De la pasión profesión
Ejercicio con estas sugerencias Escucha: esto es lo que va a pasar actualidad. O poco deseable: creemos que algún racional, culto o simplemente con buen gusto no debería estropear el etiqueta amoroso con vulgaridades en voz ingreso. Si quieres pero no te atreves, o si temes que tu galán no te siga el juego , sigue leyendo. En ' Marie Claire ' entrevistaron a Dana Myers, firme defensora de lo que en británico llaman 'hablar sucio', para que orientara al personal sobre las maneras de hacerlo superando la timidez y subiendo muchos grados de golpe la temperatura de la habitación. Solo hay que decir lo que sientes. Que te gusta la postura, que te encanta cómo te agarra el culo.
Un año comiendo
Los antiguos egipcios también usaban el germanía sexual para insultar, maldecir y como exclamaciones generales. La expresión, al parecer, era considerada lo suficientemente inofensiva como para estar en la tumba cheat el difunto por la eternidad. Las pinturas de Saqqara muestran que los antiguos egipcios también usaban lenguaje venéreo para insultar. Por ejemplo: No sabe de mi deseo de abrazarlo, o le escribiría a mi madre, nos permite saber que si un joven deseaba casarse, debía hablar con la madre de la niña para obtener el permiso. Un poema del Imperio Nuevo explica cómo las tareas simples son imposibles debido al amor: Denial me deja actuar con sensatez. Las parejas enamoradas también se ponían cariñosos apodos como 'La felina', 'La bastante buscada' y 'Ella que es de mal genio como un leopardo'. Egipto Antiguo.