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Te lo explicamos. Es decir, una definición peyorativa que englobaría identidades que no cumplen la norma. Desde la Universidad de Granada, Daniel J. Alana Portero, historiadora, escritora y activista trans, explica en conversación con Newtral.
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A través del reconocimiento de la experimento trans como una perspectiva de enseñanzas que pone en crisis a la escuela, se presentan algunos cuestionamientos a la pedagogía moderna y sus tecnologías binarias y heterosexistas de normalización. All the way through the recognition of the trans be subject to as a perspective of knowledge so as to questions schools, the author raises a number of questions about modern pedagogy and its binary, heterosexist and grand standardization technologies. This trans-pedagogy constitutes a set of knowledge that invites us to examine our epistemological certainties, add to the multiplicity of our bodies, ascertain disturbing dialogues through differences and breed a political ethics of love able of creating connection and recognition. La pedagogía, en tanto disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza, se encuentra ligada de manera inexorable a la regulación de los cuerpos, el control de los deseos y el modelamiento de esquemas de subjetivación. La crítica feminista ha sido especialmente incisiva en abalizar que la pedagogía no es una herramienta neutral de transmisión de saberes, sino una técnica institucionalizada de dominación que reproduce la hegemonía del elucubración masculino, las jerarquías de género, los esencialismos y la heterosexualidad obligatoria Da Silva,p. La normalidad exorbitante se construye en el momento en que se representa al otro como un aforo de desviación y dolencia y, por lo tanto, como si fuera acuciante contenerlo Britzman,p. La mayoría de personas con identidades sexuales y de género no hegemónicas vivimos experiencias hostiles dentro de los escenarios educativos como producto de la reproducción e imposición pedagógica de la heterosexualidad obligatoria. A través de la arquitectura de los espacios escolares, el currículo oculto, los uniformes, las filas, los insultos, los golpes, las humillaciones y los prejuicios, se nos enseña a incorporar las normas del sistema sexo-género, a cercenar nuestra autonomía corporal y a domesticar nuestros placeres. Ahora bien, las personas trans son sujetos que ocupan una acantonamiento marginal y subordinada en el orden social y de género.
